
La auditoría financiera tiene como objetivo examinar los estados financieros de una entidad con el fin de establecer su razonabilidad y el resultado de sus operaciones. Así pues, otorga confiabilidad a sus socios frente a la situación financiera de la empresa, determinando el cumplimiento de las normas nacionales e internacionales frente a temas contables.
Los contadores públicos que realicen encargos de revisoría fiscal, auditoría financiera u otros encargos relacionados deben aplicar las NIA. Al respecto, cabe señalar que desde el 1 de enero de 2020 se encuentra vigente en Colombia su versión compilada en el anexo 4 – 2019 del DUR 2420 y lo contemplado en el Decreto 2270 de 2019.
De acuerdo con la NIA 500, la evidencia se puede obtener con la selección y el examen de los siguientes datos:
- La totalidad de los elementos de la población: consiste en el examen del 100% de los datos que integran un tipo de transición o un saldo contable.
- Elementos específicos de la población: se puede incluir elementos claves o de valor elevado, elementos por encima de un determinado importe u otros elementos relevantes.
- Una muestra representativa de la población: a través del muestreo del auditor podrá alcanzar conclusiones respecto del total de la población con procedimientos realizados a un porcentaje inferior del 100% de los datos.
- Una combinación de los puntos 2 y 3: el auditor podrá combinar una combinación del muestreo y de la selección de elementos específicos considerando los elementos de la mayor importe o riesgo.